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Así empezó la fiesta

Por José Ángel Mañas
Autor de Historias del Kronen y Prescriptor de Semana Kronen®

La vida está llena de encuentros personales, y esos son la sal o el vinagre de la vida. En el caso de Lorena y un servidor, cuando nos conocimos yo estaba en un momento profesional y personal muy bajo, por cuestiones que no vienen al caso, y ella andaba queriendo montar una editorial y necesitaba escritores con algo de nombre que pudiesen tirar del carro. Ya tenía a Abdul Hadi Sadoun, autor de Memorias de un perro iraquí, con quien había trabajado en Calambur, y me planteó republicar con Bala Perdida mis novelas de la época Kronen.

Yo siempre he sido osado, pero hete aquí que me encontraba con una mujer a punto de cometer una enorme locura. Se me enarcaron las cejas: “¿Fundar una editorial? ¿Ahora mismo?”. Corría el 2017 y el sector atravesaba uno de sus peores momentos. Le dije que era una insensatez, pero ella me aclaró que estaba dispuesta a todo, y a mí me deslumbró su empecinamiento suicida. Comprendí, efectivamente, que estaba lista para tirarse al vacío, y algo de aquel sentimiento que irradiaba se me contagió y activó el kamikaze que llevo dentro.

-Si tú te tiras al vacío, yo me tiro contigo.

Igual no fueron las palabras exactas, pero fue la idea. La decisión estaba tomada. Dicho y hecho. Ella se tiró y yo me tiré con ella. Publicamos Ciudad rayada primero, y a continuación preparamos en Bala Perdida una reedición de Historias del Kronen para conmemorar sus veinticinco años de vida. Y de paso empezamos hablar de montar algo en torno a la efeméride.

-Un par de actos de temática noventera. Algún coloquio y, si se puede, un concierto… Joder, Chimo Bayo podría estar bien invitarle -dijo Lorena.

Nos dio por calentarnos los cascos y lo que iban a ser un par de actos se convirtieron en una semana de eventos. Chimo Bayo -a quien siempre se lo agradeceremos- tocó en la sala Sol: ese fue el primer concierto emblemático de la Semana Kronen. Todos los presentes -y entre ellos mi futuro coautor Jordi Ledesma, que se vino a Madrid por aquellas fechas, y a quien se ve abajo, junto a mí, con la cerveza en alto (nótese lo felices que estamos los dos en esta imagen captada en la sala Sol durante el concierto y en la otra, justo después, en el Wurlitz)- disfrutamos como enanos bailando el “Esta sí… Esta no…”. Por aparecer, en la fiesta apareció hasta Hombre Blanco Hetero, que se puso la careta para bailar con nosotros (algunos entonces todavía no sabían quién era). Más amigos presentes que recuerdo: Eme la mujer de Chimo, Luis Mancha, Maica Rivera, Javier Puebla, Jaime Cedillo, Ester, Adela, Benjamín y Alejandro LCL… No los puedo citar a todos entre otras cosas porque me cogí una cogorza de las memorables, de las felices.

Jordi Ledesma & José Ángel Mañas en El Sol
Jordi Ledesma & José Ángel Mañas en Wurlitzer

Era noviembre del año 2018 y acabábamos de celebrar la primera Semana Kronen. A esa siguieron una segunda, en cuya Ruta Kronen nos acompañó Andrea Levy a Juan Carlos Carpetano y a mí; el año perdido del confinamiento que fue imposible hacer nada; la Semana Kronen III, en la que Lorena y yo anduvimos a la gresca antes de reconciliarnos lacrimosamente en el magnífico concierto de los Hermanos Dalton… Y poco a poco se nos fue sumando más gente: Toni, el mago de la comunicación, Juan Santaner, de Vancouvers, gran mánayer y mejor persona; Julio Ruiz, el Bob Dylan de las ondas, Adrián el del Picnic, Pepe Arrebato, David Vía Láctea, Casa Filete, La Potxola…  Y tantísimos más a los que no puedo citar porque no quiero escribir una novela pero que saben todos de nuestro cariño por ellos.

Y aquí estamos, en el 2022, encarando la IV edición de la Semana Kronen, con una programación cada vez más potente y tres conciertos que no pienso perderme: Crudo Pimiento, Parquesvr, y La Costa Brava. ¿Qué más se puede pedir para una semana que además da la casualidad que es la de mi cumpleaños (una feliz coincidencia, ¿verdad?)? Nada. Espero que todos los Kronen disfrutéis tanto como yo de los eventos de este año. ¡Nos vemos en octubre!

***

Como posdata de este texto, aquí os copio lo que escribí cuando Lorena me pidió que definiera lo que era, para mí, un bala perdida. Creo que es un buen resumen de lo que es su editorial y de la relación que sus autores mantenemos con ella:

“Un bala perdida nunca será un buen maestro ni un buen padrino, pero en cambio será un compañero de baile y de juerga extraordinariamente divertido, una peonza alucinada y alucinante que alguien lanzó con demasiada fuerza, y un tipo que ronda por los peores abismos con valentía y elegancia. Que Lorena Carbajo haya decidido rodearse de un puñado de estos personajes para fundar una editorial es una osadía por su parte y un entretenimiento garantizado para el lector. Como autor, lo siento como un dudoso privilegio y sospecho que algo raro hice en mi otra vida para acabar siendo, en esta, un bala perdida de la literatura española. Ya decía Jim Morrison, y con razón, que de haberlo sabido se hubiera quedado en su casa cultivando tranquilamente su jardín…”.

Foto de portada ©Asís Ayerbe

 

 

 

 

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